La evolución ocurre cuando las condiciones son favorables – La historia humana es una sucesión de cambios. Nada permanece estático, pues la vida está en perpetuo movimiento. Nos gustaría creer que este movimiento siempre representa progreso, y se mueve en la dirección de la evolución. Pero, desafortunadamente, no podemos evitar observar que a veces hay regresiones.

Pero ya sea evolución o regresión, nada se mantiene igual; generaciones de seres humanos se suceden, e incluso si en algunos países los cambios ocurren más lento que en otros, o se mueven en la dirección equivocada, cuando las condiciones se ofrecen, nadie puede evitar que los eventos tomen un giro favorable. Esas condiciones son las corrientes emitidas por espíritus luminosos del mundo invisible, y los seres humanos que están listos para capturar esas corrientes, se vuelven sus conductores. Y cuando el momento llegue, los cambios serán aceptados por la sociedad completa.

De dinosaurios a aves – una analogía con la evolución de los seres humanos

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Los dinosaurios fueron reptiles de cuatro patas que vivieron en la tierra hace millones de años, y ahora sabemos que las aves son producto de su evolución. A través del tiempo, y mediante transformaciones sucesivas, las patas frontales de esos reptiles se volvieron alas. Sí, tan increíble como pueda sonar, los dinosaurios son los ancestros de las aves. ¿Cómo interpretar esta evolución? Quizás entres esos reptiles había algunos más osados, más emprendedores, más curiosos y querían liberarse, dejar el suelo. Algunos les siguieron, mientras que otros, perezosos y tozudos, siguieron arrastrándose. Tomen esta interpretación como quieran.

Ahora trasladen este fenómeno al mundo de los humanos. En el curso de la historia, siempre han existido aquellos audaces que querían abrir nuevos caminos, explorar nuevas tierras. Algunos les siguieron, otros se negaron a mover, pero es gracias a los audaces que la humanidad progresa. Así que depende de cada uno de nosotros decidir si queremos continuar arrastrándonos por el suelo, o si queremos hacer un esfuerzo, y elevarnos por el aire, como un ave, y ser libres.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
La Libertad, Conquista del Espíritu