Al dominar lo material, hemos perdido contacto con lo espiritual

En el pasado cada cual se ocupaba únicamente de su desarrollo personal. Era normal, la Inteligencia cósmica lo había decidido así porque era necesario. De la misma manera que el niño debe primeramente crecer y fortalecerse, hacía falta también que la humanidad, que aún era un niño, creciera y se fortaleciera, mientras que los Hermanos Mayores – las almas y los espíritus evolucionados – descendían para venir a ayudarla.

Pero ahora, la humanidad ha alcanzado ya la edad adulta… Ustedes dirán: «Pero, ¿qué quiere decir que la humanidad ha alcanzado la edad adulta?» Estudiemos al niño. La vida física es la que se manifiesta primeramente en él: come, bebe y se mueve.

El espíritu ha tomado control de nuestros cuerpos astral y mental, para dominar la materia

Pero poco a poco, el espíritu que empieza a descender produce el despertar del cuerpo astral, después el de su cuerpo mental, y se puede decir que hacia los veintiún años, el hombre, en lo esencial, está completamente desarrollado; afectivamente, intelectualmente, posee todos los instrumentos necesarios que podrá utilizar plenamente.Se necesita, pues, una veintena de años.

Este mismo proceso del descenso del espíritu se ha producido también para el conjunto de la humanidad. Por ello puede decirse ahora que la humanidad ha alcanzado la edad adulta: el espíritu ha tomado posesión del cuerpo astral y del cuerpo mental del hombre, que tiene posibilidades extraordinarias en el campo del sentimiento y del pensamiento. Pero actualmente el espíritu ha descendido tanto en la materia que casi se ha enterrado en ella.

Pero gradualmente nos hemos separado del mundo invisible

Gracias al espíritu, el ser humano ha sido cada vez más capaz de actuar en el plano material, pero ha perdido contacto con el mundo sutil. Mientras que en un pasado lejano, en una época en que el espíritu no había descendido tanto en su cuerpo físico, el hombre estaba en relación con los espíritus, con las entidades del mundo invisible, con las almas de los muertos.

Evidentemente, no era muy capaz en el plano material, y si ha llegado poco a poco a desarrollar una extraordinaria habilidad, se debe a que se separó de todas esas existencias que pueblan el universo entero, y ahora, incluso ha dejado de creer en estas criaturas, porque no las ve.

La incapacidad de desarrollar nuestras facultades espirituales, puede producir nuestra destrucción

De nuevo es preciso volver hacia el mundo espiritual. Era necesario que la humanidad llegara al desarrollo intelectual actual. Pero si prosigue en esta dirección sin desarrollar también las facultades espirituales, va hacia su ruina. Por lo demás, esto es lo que ya ha sucedido varias veces. Los anales de la ciencia espiritual explican cómo varias humanidades han desaparecido ya y pronto se descubrirán estos anales.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, vol. 26, Acuario: Llegada de la Edad de Oro, I