«En el primer día de este Año Nuevo, les deseo todas las bendiciones del Cielo.

Que sus cuerpos sean sanos y vigorosos,

Que sus corazones estén llenos de alegría pura, espiritual,

Que sus intelectos reciban luz verdadera para aclarar sus caminos,

Que sus almas se vuelvan conductoras del amor divino,

y que sus espíritus, libres de sus grilletes, escapen de todas las prisiones físicas y psíquicas.

Que permanezcan unidos a la gran jerarquía de seres celestiales, para que puedan trabajar con ellos por el establecimiento del Reino de Dios en la tierra.

Y finalmente, que sean capaces de sobreponerse a cada obstáculo que surja, para que cada día se vuelva una oportunidad de glorificar al Creador.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, Vol. 10 Los Esplendores de Tiphereth