Para llegar a obtener este agente mágico, los alquimistas se han sacrificado mucho en su trabajo y a menudo sin éxito, puesto que no sabían que este trabajo con los dos principios, masculino y femenino, no debe realizarse solamente en el plano físico, sino también en el plano espiritual, con los dos principios de la voluntad y la imaginación.

Este trabajo se puede simbolizar con la expresión «Tomar el toro por las astas». Para el discípulo, esta expresión significa emprender un trabajo interno a fin de poder controlar todo lo que hay en él de vulgar, anárquico y violento.

Poniendo la imaginación bajo el control de la voluntad

Desgraciadamente, en nuestros días los humanos no suelen tomar el toro por las astas, por el contrario, le otorgan libertad para pisotearlo todo. En especial entre los jóvenes, ya verán lo destructivo que el toro puede llegar a ser!

Tomar el toro por las astas significa también el trabajo de la voluntad sobre la imaginación, teniendo en cuenta que esta última va siempre unida a la sensualidad. Todos aquellos que poseen una imaginación desbocada, tienden a ser perezosos y sensuales. Venus y la Luna siempre van juntos. Pero cuando interviene el Sol mediante su luz, para dar una correcta dirección a esta fuerza, la Luna se convierte en algo extraordinariamente útil, puesto que ella tiene el poder de concretar las cosas.

El Sol y la Luna – Solve y Coagula

Les he hablado en otras ocasiones acerca de los distintos períodos por los que ha pasado la tierra: el período de Saturno, el período del Sol, el de la Luna, y ahora os diré que el período solar ha sido una etapa de dilatación y expansión, mientras que el período lunar se ha caracterizado por los procesos de coagulación y concreción. Por esto, el Sol y la Luna corresponden también con los símbolos de las dos etapas del proceso alquímico, «solve» y «coagula», disuelve y solidifica.

En el símbolo de Mercurio, el Sol está representado por un círculo y la Luna por un semicírculo que a la vez viene a ser como un fragmento del Sol. (Así se explica el texto bíblico del Génesis, donde nos dice que Dios formó a Eva de una costilla de Adán).

Precisamente para demostrar que Mercurio se forma a partir de esta fusión, de esta combinación inteligente de los dos principios, los Iniciados han concebido el símbolo de Mercurio 3 formado por el Sol, coronado por la Luna y ambos reunidos por el símbolo de la tierra ( + ), que también corresponde a la adición, a la suma aritmética.

(Continúa…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov,
Sèvres, Diciembre 27, 1970.

Obras Completas, vol. 14. «Amor y Sexualidad, Parte 1″.
Cap. 2, El Caduceo de Hermes.