– Encontrar a vuestra alma divina, es un encuentro entre dos almas verdaderamente gemelas
Ignoro si han leído este ensayo de Emerson y, si lo han leído, qué efecto tuvo en ustedes. A menudo he aconsejado leerlo, y todos lo han encontrado interesante, nada más que interesante, y quedo asombrado.
La experiencia que tuve fue mi experiencia, y si les hablo sobre ella, no es para impresionarles, sino para hacerles conscientes de que ustedes, también, tienen un alma más elevada – los otros filósofos le llaman el Yo Superior. En estos momentos, quizás no tienen conciencia de esta alma en vuestro interior, pero si piensan en ella, la aman, intentan entrar en contacto con ella, si le piden ayuda, poco a poco la sentirán acercarse a ustedes. De otra manera, saben, su verdadera morada está tan arriba y lejos que no se preocupará de ustedes. Ustedes pueden tener dificultades y sufrir, pero ella no estará ansiosa, no sufrirá, es calma. Sólo si se vuelven hacia vuestra alma, si la llaman, se dignará a mirarles.
Ustedes dirán, «¿Pero cómo puede ser eso? ¿Es mi alma y aún así no hace nada por mí?». ¿Por qué querría hacer algo por ustedes, cuando ustedes no hacen ningún intento siquiera por descubrir qué es? Entiéndanme bien, el alma de la que hablo es de una naturaleza distinta del principio psíquico que usualmente es llamado «alma» pero que es, en realidad, el cuerpo astral, el cuerpo de sentimientos, emociones, sensaciones, deseos y pasiones; esa alma, que podemos llamar el alma inferior, comparte vuestra vida cotidiana, se aproblema, sufre y grita. Pero de lo que yo les estoy hablando, es de vuestra alma divina, que es luz pura, no conoce ni problemas ni sufrimientos, y está muy alto y muy lejos; esta es el alma que debemos esforzarnos en alcanzar. El día que esto se logra, lo que sigue es el mismo fenómeno que llamamos «amor a primera vista».
Dos personas se encuentran, y en ese momento hay una especie de relámpago, y todo lo que ello implica: es como si sus almas estuvieran unidas, soldadas juntas. No es en absoluto como un amor que crece gradualmente; incluso si ese amor es estable, profundo y duradero, no puede compararse con el amor a primera vista. Ustedes dirán que algunas experiencias de amor a primera vista no son sino resplandores efímeros. Sí, por supuesto, pero yo les hablo del encuentro entre dos almas verdaderamente gemelas.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
A Living Book, Autobiographical Reflections, Vol. 1, Chapter 5
Leave A Comment