Todos los seres humanos tienen un vago sentimiento de que en alguna parte hay una lugar para ellos, y hasta que no lo encuentren, se sentirán ansiosos, insatisfechos e infelices. Ustedes dirán: «¿Un lugar? ¿Qué tipo de lugar?». Cuando una semilla es plantada, germina, crece y da frutos. Y entonces exclama: «¡Encontré mi lugar!». Pues su verdadero lugar en la vida no era en el granero con todas las otras semillas, siendo secada o arriesgando ser devorada por ratones o gusanos. Su lugar estaba en la tierra.

¡Y muchos seres humanos son como semillas en un granero esperando ser plantadas! No han encontrado su lugar, no están listos para germinar. Y aún así, todos están destinados a hallar su lugar, y nadie puede privar a un alma humana del lugar que Dios le ha asignado para germinar en el suelo espiritual.

seed of life

Los jardineros tienen distintos tipos de semilla, y cuando las cosechan, pueden decir con certeza absoluta que las lechugas crecerán en un lugar, los rábanos en otro, y así sucesivamente. Y así ocurre, pues es un asunto de conocimiento basado en el estudio y la experiencia.

Y aún así, en sus creencias, muchas personas son como jardineros que esperan cultivar algo sin haber plantado semilla alguna, o plantan zanahorias esperando que broten puerros. Esperan cosas poco realistas, porque aún no han adquirido el conocimiento y la experiencia.

Sépanlo: sólo cosecharán lo que hayan sembrado. Si fracasamos cuando esperamos triunfar, es porque no hemos sembrado nada, o porque no hemos sembrado las semillas correctas. Esto es válido en todos los contextos, incluyendo la vida espiritual.

 

Omraam Mikhael Aivanhov