– El hogar de la verdadera poesía es la naturaleza

Cuando era muy joven, estaba muy ansioso por escribir poesía. Compuse versos y cuentos místicos en los cuales incorporaba muchas verdades espirituales, visiones y profecías, pero dejé de escribir poesía tan pronto como me di cuenta de que me estaba secando por dentro. Me estaba volviendo hipersensible y vulnerable, y reteniéndome en las regiones astrales, lunares. Así que abandoné esas regiones y me fui a buscar la verdadera poesía en el sol. Y ahora, si sienten que hay poesía en algunas de las explicaciones que les doy, es porque he transpuesto la poesía a las áreas de la ciencia y la filosofía.

El hogar de la verdadera poesía es la naturaleza, pues todo en la naturaleza es tanto bello como científico. Hoy en día tenemos el hábito de separar la ciencia de la poesía, pero en la naturaleza están estrechamente unidas. Y poesía y vida también deben estar unidas.

Un verdadero poeta es aquél capaz de vivir la belleza expresada en sus versos, que es capaz de vivir, pensar, sentir y actuar poéticamente. ¡Es muy fácil componer poesía, mientras se sigue viviendo una vida muy poco poética! He conocido a muchos grandes poetas en mi vida, y he tenido muchas oportunidades de estudiarles. No niego que a menudo tienen muchos dones y son muy sensibles. Algunos de ellos tienen un genialidad real, pero nunca han desarrollado su fuerza interior, su voluntad o su equilibrio, y piensan que a fin de crear, deben explorar las profundidades del infierno.

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En el futuro, los poetas nuevamente celebrarán la pureza, la inteligencia y la belleza de Dios y el universo. A través de sus trabajos, todos los artistas contribuirán al mejoramiento de la humanidad. La poesía debe basarse en un aprendizaje elevado, un entendimiento divino, de otra forma no tiene valor e incluso es dañina. Es por ello que Platón, que poseía verdadera Ciencia Iniciática, dijo que no había espacio para los poetas en su República (porque la poesía, tal como se le entiende comúnmente, es un mundo de ilusión y falsedad, un tenue reflejo de la verdadera poesía), mientras que los filósofos y científicos son bienvenidos.

En el futuro, los artistas ya no serán más juzgados por sus escritos, pinturas o esculturas; las personas querrán conocer a los artistas mismos, de modo que puedan admirar la poesía y música que emanan de ellos y de sus vidas. Los artistas pasarán sus vidas escribiendo su propio libro, tallando su propia estatua, pintando su propia imagen. Los hombres y mujeres ya no estarán satisfechos con crear trabajos que son extraños a ellos mismos; pasarán el tiempo creándose a sí mismos, todos querrán llevar una vida poética, todos querrán que sus gestos y todos sus pensamientos sean musicales; dibujarán las líneas de sus propios rostros; trabajarán para esculpirse a sí mismos a imagen de Dios.

Por supuesto, toma un gran tiempo, esfuerzo y trabajo el crear de esta manera, pero el asunto del tiempo nunca debe asustar a nadie. En el futuro, las personas pasarán sus vidas enteras refinando y embelleciendo su propio ser, aprendiendo a ser más expresivos, más vivos y más luminosos – y esto es lejos más importante que entregar la vida de uno a una pintura, una estatua o una sinfonía.

El Bonfin, septiembre 21, 1966

Omraam Mikhael Aivanhov,
Obras Completas, vol 18, Jnana-Yoga

Pintura cortesía de Josephine Wall