«Todos conocen el pentagrama, la estrella de cinco puntas. Nuestro Maestro Peter Deunov, nos dijo a menudo que el pentagrama representa al ser humano que posee las cinco virtudes perfectamente desarrolladas: bondad, justicia, amor, sabiduría y verdad. Desde otro punto de vista, el pentagrama representa también los cinco sentidos: tacto, gusto, olfato, oído y vista.

El Maestro da también la regla siguiente: «Pon la bondad como base de tu vida, la justicia como medida, la sabiduría como barrera, el amor como delectación y la verdad como luz
Si reflexionamos sobre el sentido de estos consejos, no podemos evitar encontrarlos sumamente acertados.

  • La bondad es una base sobre la que todo debe descansar. Aunque el edificio sea bello e inteligente, se derrumbará si la bondad no lo sostiene.
  • La justicia es una cualidad que permite discernir las cosas, evaluarlas, distinguirlas…
  • Sin amor, la vida parece insípida; aún cuando el hombre posea grandes riquezas, conocimientos intelectuales y la gloria, sin amor no siente el gusto de vivir…
  • La sabiduría es una barrera; gracias a ella podemos defender las buenas cualidades que Dios nos ha dado de la acción de las fuerzas negativas y de todos los enemigos visibles e invisibles. Si falta la sabiduría, los animales entrarán y devastarán el jardín de nuestra vida.
  • La verdad es la luz que ilumina nuestra ruta. Sin ella estamos en plena oscuridad, en la mentira y en el error.

Estas cinco virtudes son necesarias para el desarrollo del hombre. Desgraciadamente, muy pocos conocen actualmente la relación que existe entre las virtudes y el organismo humano. La verdadera ciencia reside, sin embargo, en el conocimiento de esta relación, y todos los éxitos y aciertos en la vida dependen de ella.

La bondad está relacionada con las piernas, la justicia con los brazos y con las manos, el amor con la boca; la sabiduría está relacionada con los oídos y la verdad con los ojos.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, Vol. 1, El Segundo Nacimiento