Nuestro Yo superior es perfecto, omnisciente. todopoderoso, una parte de Dios mismo, una quintaesencia límpida. luminosa, pura ¿Cómo es entonces posible que nos deje cometer errores7 Lo más difícil de comprender es que existe en nosotros un ser que lo ve todo, que lo sabe todo, pero que permanece impasible, que no dice nada, que no sufre, hagamos lo que hagamos

¿Por qué acepta unas situaciones que no le son favorables? Y cuando le presentamos nuestra filosofía, nuestros deseos, nuestros proyectos, nuestras esperanzas, ¿por qué no hace nada para realizarlas? Nosotros no estamos separados de él, y cuando sufrimos, cuando quisiéramos mejorar las cosas, él permanece Indiferente, no nos saca del atolladero.

Nada es imposible para nuestro Yo Superior, pero cómo alcanzarle?

¿Cuál es el medio para llegar a alcanzarle?. Es muy importante conocerlo porque, el día en el que se decide a actuar, nada le es imposible, puesto que está por encima de lo que constituye nuestro ser propio: el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral, el cuerpo mental y hasta de los cuerpos causal, búdico y átmico. Está también por encima de ellos, porque todo eso son cuerpos, mientras que él no es un cuerpo; se manifiesta a través de estos cuerpos, pero su región es aquélla que los cabalistas llaman Ain Soph Aur: luz sin fin.

Todo es posible para nuestro Yo superior, la cuestión es que quiera actuar, y como nosotros no sabernos cómo hacerle querer lo que queremos que quiera, ¡he ahí nuestra tragedia! ¿Cómo despertar la buena voluntad de este ser que esta tan alejado de nosotros y del que nosotros representamos aquí -y tan mal- una parte muy pequeñita?

(Continúa…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Sèvres, 17 de Enero, 1971

Obras Completas, vol. 17, Jnani Yoga – Conócete a ti mismo I
Cap. 8, El Yo Superior