Muy pocos han logrado realizar esta identificación con su Yo superior, porque ello exige un trabajo gigantesco. Por eso algunos Iniciados tenían buenas razones cuando lo abandonaban todo y se iban a vivir retirados en los bosques, las grutas o los desiertos, para no tener ya ninguna ocupación susceptible de absorber sus energías y desviarles de su meta.

No recomiendo retirarse del mundo

Pero aquí, en Europa, donde vivimos en otras condiciones, esto no es aconsejable, salvo en casos excepcionales. Hacer un retiro de algún tiempo para trabajar mejor, sí, pero decidir vivir toda la vida retirado del mundo sin aportar ni ayuda, ni bendiciones a los humanos, yo encuentro eso un poco egoísta.

Es algo muy corriente en la india: lo abandonan todo, su familia, sus bienes, su profesión, para consagrarse a la vida espiritual. Está bien, está bien, pero aquí en Europa es preferible equilibrar las dos cosas: la vida material y la vida espiritual.

Los ejercicios orientales pueden destruir el equilibrio de los occidentales

Muchos maestros orientales han venido a Occidente -no hace falta nombrarlos- pero los ejercicios que han dado a sus discípulos a menudo les han desequilibrado o enfermado.

En sí, se trataba de ejercicios magníficos que traían de los monasterios de Mongolia, del Tibet o de la India, y ellos creían poder enseñarlos también en Europa y en América.

Pocos occidentales han alcanzado resultados sublimes con técnicas orientales

Pero para los occidentales hacía falta otros métodos. Muchos se hundieron en la locura o en los desórdenes sexuales porque no sabían cómo proceder y estos ejercicios desencadenaban en ellos unos tornados que eran incapaces de controlar.

Existen en Oriente miles de ejercicios y de prácticas, pero raras veces he encontrado a occidentales que hayan llegado gradas a ellos a un resultado verdaderamente sublime.

(Continúa…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Sèvres, 17 de Enero, 1971

Obras Completas, vol. 17, Jnani Yoga – Conócete a ti mismo I
Cap. 8, El Yo Superior