Ustedes dirán: «Pero esa vida que nos presentan, esa vida colectiva, fraternal, está demasiado lejana, es demasiado difícil de comprender…» ¿Cómo?… ¿Difícil de comprender? ¿Es difícil de comprender el que un centenar de personas les miren con amor y mueran de felicidad?

Ya ven, muertos y enterrados… pero de felicidad, lo cual es preferible a morir de cólera o de odio. No se sabe aún todo lo que contiene de divino el ser humano y lo que podría brotar de él.

Dejen que otros vean los tesoros en sus corazones

¿No ven que una linda jovencita que encuentran en la calle está ansiosa por mostrar lo más hermoso y adorable que hay en su corazón? Sí, sólo que no puede, está obligada a esconderlo, a encerrarlo todo, porque debe obedecer a estos arqueólogos idiotas que le han dicho, en su comprensión arqueológica, que no hay que sonreír a un desconocido, que hay que desconfiar siempre.

He aquí por qué aún no ha venido la verdadera humanidad. Mientras que la humanidad negativa, sí, ésa está ahí, y por eso aún somos trogloditas a pesar de la cultura y de la civilización.

Los hombres y mujeres ya no sentirán la necesidad de saciar su lujuria

En la nueva época que se acerca, los humanos dejarán manifestar todo lo que hay de bueno en ellos sin temor a los peligros y a los daños, lo cual será la manifestación del Reino de Dios en la tierra. Por todas partes habrá amor, cantos, alegría. Ustedes dirán: «¡Pero eso será el descalabro!» No, precisamente es ahora cuando reina la confusión porque no se conoce el verdadero amor.

En un mundo en el que todos se amen, los humanos ya no necesitarán echarse los unos encima de los otros para saciar sus deseos. El verdadero amor impide al hombre caer en la animalidad. Busquen el verdadero amor y ya no harán más tonterías, porque se sentirán colmados, nadarán en el esplendor.

Mientras pasan los años, a menudo vemos las cosas distinto

Se dice: «Ah, no quiero saber nada de la colectividad, estoy muy bien solo.» Bueno, sigan y verán lo que les espera. Ya desde muy jóvenes los humanos tienen sus ideas, sus proyectos, sus sistemas, y se creen a pies juntillas que todo sucederá como esperan. Pero después de algunos años, ¡ cuántos hombres y mujeres, e incluso grandes filósofos, han cambiado su filosofía reconociendo que se habían equivocado!

Evidentemente, cuando se está solo, uno puede sentirse bien. Pero he ahí un muchacho que era muy feliz en su soledad y que, un buen día, encuentra a una joven encantadora. Cuando compara este nuevo bienestar al que sentía cuando estaba solo, encuentra que es mejor ahora.

Estar solos puede ser egoísta

Pues sí, «Junto a mi amada…» ¡ se está mucho mejor que solo! Junto a su amada, ya es el principio de la colectividad, porque enseguida llega toda una chiquillería. Naturalmente, hay personas que no quieren casarse por egoísmo, para no tener que trabajar para una familia. No saben que no tienen derecho a no casarse por esta razón, y que serán castigados.

Uno puede renunciar al matrimonio, pero por una razón divina. Si no, es mejor casarse, tener niños, hacer por lo menos algo para alguien y no convertirse en un solitario egoísta.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, vol. 26. Acuario: Llegada de la Edad de Oro, I.
Cap. 3, La idea de la Pan-Tierra