– Intenten hallar al menos una cosa bella de la que maravillarse cada día

Muy pocas personas se dan cuenta de lo terriblemente destructivo que es estar siempre insatisfechos con todo y todos, e introducir un clima de desarmonía dondequiera que vayan.

Es importante analizar las causas de cualquier profundo sentido de insatisfacción, que a menudo son el resultado de un razonamiento pobre o de sencillamente malos hábitos. En un nivel intelectual, una actitud prolongada de descontento, sea consciente o inconsciente, es siempre corrosiva. El rostro de una persona descontenta será siempre sombría y sin ánimo, sus ojos no tendrán luz, y su voz será áspera… y todo esto les hará muy poco atractivos a los demás.

La insatisfacción sólo es aceptable si se apunta a uno mismo. No deben estar satisfechos con ustedes mismos, incluso si alcanzan un considerable progreso espiritual. ¿Por qué no? Porque la autosatisfacción puede convertirse en vanidad y petulancia, y detener todo progreso, y entonces vuestra búsqueda de la perfección llegaría a su final. En cambio, un sentimiento de insatisfacción con ustedes mismos, será un estímulo para trabajar y mejorar.

Los iniciados no están satisfechos consigo mismos, pero están muy satisfechos con los trabajos de Dios, y llenos de admiración por Sus sirvientes. De esta forma contrarrestan la insatisfacción causada por sus propias imperfecciones.

Para resumir, déjenme decirles que hay una corriente de vida, y una corriente de muerte, y que el primer paso hacia la muerte es el descontento. Sí, porque si no son cuidadosos, el descontento se vuelve tristeza, y la tristeza se vuelve dolor. El dolor comienza en el plano psíquico, pero termina en el plano físico y, un día, se vuelve enfermedad, y la enfermedad lleva a la muerte.

happy children

El contentamiento, al contrario, les pone con precisión en el camino a la vida. Alguien contento, complacido, está lleno de gratitud hacia el Cielo, y vive en un estado de paz, la paz le da fuerza, la fuerza le trae realización, y comienzan a saborear los deleites de la Vida eterna. Alguien que aspire a la perfección, que le pida a los espíritus de la naturaleza que le ayuden en su trabajo, debe estar agradecido por todo lo que tiene, y dar algo positivo a los demás.

Desde ahora, aprendan a estar contentos, particularmente con todas las cosas que siempre han despreciado o descuidado. Intenten hallar al menos una sola cosa bella de la que maravillarse cada día, y adórenla en sus corazones y mentes. Si le agradecen al Señor cada día, si están satisfechos con lo que sea que Él les de, será de ustedes el secreto mágico que les permitirá transformar sus vidas, y los espíritus luminosos de la naturaleza se arremolinarán a vuestro alrededor, para ayudarles.

Omraam Mikhaël Aïvanhov,
Izvor 225, Armonía y Salud
Obras Completas, Volumen 6, Armonía