Ciertos procesos de la vida espiritual requieren un cambio de polaridad. El discípulo que desea hacer nacer a Cristo dentro de si debe buscar, en primer lugar, al padre de este hijo. Si el discípulo es un hombre, debe polarizarse negativamente, convertirse en mujer, es decir, cultivar las cualidades de humildad, de dulzura, de paciencia. Cuando quiere crear un hijo en el plano fisico, el hombre debe ser activo, positivo, emisivo; pero cuando es él quien tiene que dar a luz a un hijo en el plano espiritual, debe polarizarse femeninamente desarrollando las cualidades correspondientes a fin de atraer al Espíritu cósmico.

Una mujer puede, igualmente, crear un hijo divino, pero también ella debe cambiar de polaridad. En el plano fisico la concepción sólo es posible si la mujer es pasiva, receptiva; pero en el plano espiritual debe volverse activa y unirse al Alma universal. La mujer debe llegar a aprehender el Alma universal para que nazca el hijo. Estas explicaciones les asombran, lo veo, porque para ustedes estos cambios de polaridad son algo nuevo, pero es preciso que los conozcan.

Cuando el alma del discípulo se ha vuelto como una joven princesa engalanada con perlas y piedras preciosas, el Espíritu cósmico viene a unirse a ella para fertilizarla. Pero el discípulo debe estar muy atento, porque sucede que algunos que pretenden buscar el Espíritu Santo atraen,en realidad, ¡al Diablo!… puesto que, al no haberse purifícado previamente, atraen a los espíritus, ciertamente, pero a los espíritus tenebrosos. ¿Cómo quieren que el Espíritu Santo venga a visitarles si no tratan de vivir una vida divina?.. La mejor forma de atraerlo es, una vez más, profesarle un gran amor.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Izvor 209, Navidad y Pascua en la Tradición Iniciática
Capítulo 3, Nacimiento en los Diferentes Planos