La geometría del árbol sefirótico

Se dice en los Evangelios: «Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios». Dios significa aquí la plenitud de todos los sefirots, es decir, la ciencia, la comprensión, y la penetración de Hod; los perfumes, los colores, la belleza y los encantos celestiales de Netzach; la luz y el esplendor de Tipheret; el poder de Geburah, la victoria sobre todas las dificultades, sobre todos los enemigos internos y externos; la protección, la justicia, la bondad y la generosidad de Hesed; la estabilidad y la tenacidad de Binah, el conocimiento del Karma y del destino; la sabiduría eterna y la armonía indecible de Hochmah; la omnipotencia de Kether.

La séfira Iesod es el Fundamento

Y Iesod, la base, recibe las virtudes de todos los demás sefirots; es una condensación, una síntesis de todas las virtudes de los demás sefirots. Iesod es la base porque la pureza es el fundamento de todo. Sí, Iesod es, sencillamente, la vida en la pureza. ¡Si pudiésemos comprender que tenemos que poseer la pureza! Es la base de nuestra existencia, antes que las ciencias, que las riquezas, antes que los poderes!…

Pero nuestros contemporáneos muy sabios, muy inteligentes, muy eruditos, han dejado de lado esta cuestión de la pureza. «La vida pura, dicen, ¿para qué puede servir?». Tienen otras preocupaciones, que van aumentando a causa de su vida impura. Pierden todo lo que habían ganado, puesto que la base no era segura. Sí, la base, mis queridos hermanos y hermanas…

A través de Iesod se materializan todas las cualidades y virtudes en Malkuth, el plano físico

Por eso, cuando se ha comprendido y se trabaja para obtener esta pureza, por mediación de Iesod, todas las cualidades y las virtudes de los demás sefirots se concretan y se materializan en Malkut, el plano físico. Hay santos que no habían leído ningún libro, que nunca habían estudiado, tan sólo trabajaban sobre la pureza, y he ahí que todas las demás cualidades comenzaban a manifestarse en ellos: el saber, la clarividencia, el poder de curar… Porque ya no tenían capas opacas ni obstáculos y todas las cualidades podían penetrar en ellos.

Por eso, la pureza aporta la salud, el poder, e incluso la alegría. Pueden olvidar todo lo demás… pero acuérdense solamente de que la pureza es la base de todas las demás adquisiciones. Esta es la quintaesencia de la ciencia de todos los fundadores de religión: una vida de pureza.

¡Que la luz y la paz estén con ustedes!

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Sèvres, 16 de enero, 1972

Obras Completas, vol. 7. Los Misterios de Iesod.
Parte 1. Iesod refleja las virtudes de los demás Sefirot