En el plano búdico nos volvemos uno con el Alma Universal

Seguidamente, se sube más alto en la región del plano men‏tal superior, el plano causal, y allí todas las riquezas, los teso‏ros de la sabiduría les son ofrecidos; todos los misterios del universo les son revelados; y toda la belleza de las regiones ce‏lestes es por ellos contemplada. Después, suben más alto toda‏vía en el plano búdico y ahí unidos al Alma universal, viven una vida de felicidad indescriptible.

Luego, lo que pasa en el  plano átmico, no se puede explicar con palabras: es la fusión completa con el Creador…

Cuando los humanos reencarnan, cruzan estas regiones en dirección opuesta

Cuando el ser humano debe reencarnar, vuelve a pasar por las mismas regiones; átmica, búdica, causal, etc., tomando en cada una de ellas materiales para hacerse un vestido, es decir un cuerpo cada vez más denso a medida de su descenso a la mate‏ria.

Cuando nacemos no recordamos nada, pero el conocimiento está en nosotros

Cuando llega al plano físico como un niño pequeño, ya no se acuerda de nada, ni de lo que sufrió, ni de lo que le causó la dicha, ni de lo que aprendió. Pero todo está ahí, acumulado en él, y podrá recordarlo un día si acepta ciertas disciplinas, cier‏tas reglas de vida bajo la dirección de un Maestro. Aquellos que consiguen resurgir de la profundidad de su ser, el recuerdo de lo que vivieron en el más allá, avanzan mucho más rápida‏mente en el camino de la evolución.

Algunos no estarán satisfechos con una vida mediocre, y buscarán estos tesoros

Desgraciadamente, la mayoría de los humanos están tan apegados a los placeres y a las pasiones de la tierra, que todos esos conocimientos, todas esas riquezas permanecen profunda‏mente ocultas en ellos, y lo estarán aún durante mucho tiempo antes de que puedan beneficiarse de ellas. Bienaventurados los que conocen esta realidad y creen en ella, porque no pueden ya aceptar vivir una vida mediocre. Cada día quieren avanzar, progresar en inteligencia, en amor, en dominio de sí mismos para llegar a ser útiles a toda la humanidad.

(Concluirá…)

Explicación respecto a los siete cuerpos del ser humano.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, vol. 32, Los Frutos del Arbol de la Vida: La Tradición Cabalística
Cap. 14, La muerte y la vida en el más allá.