A lo largo de la evolución ininterrumpida que debe conducirnos hasta la cima, debemos atravesar pruebas para desarrollar todas nuestras posibilidades interiores. Somos nosotros, y no el mundo invisible, los que tenemos necesidad de tomar conciencia de estas posibilidades. De la misma manera que todo ser que desciende a la Tierra debe sufrir ciertos procesos de crecimiento y pasar por ciertas etapas de la vida física, también debe atravesar diferentes pruebas para fortalecerse espiritualmente, cualquiera que sea su grado de evolución.

La única diferencia entre los seres humanos, es que cada uno atraviesa estas pruebas según su grado de evolución. Unos saben aprovecharse de ellas, y otros no. Unos obtienen beneficios de todo, adquieren riquezas, mientras que otros sucumben y no se transforman. Jesús tuvo que pasar las mismas pruebas que los demás hombres: no tenia necesidad de aprender, pero necesitaba pasarlas.

El significado profundo del ayuno

Jesús, había ido al desierto para ayunar durante cuarenta días. ¿Por qué ayunaba»? Pocas personas conocen el significado profundo del ayuno, que nunca han practicado. Si están un día sin comer, piensan que todo ha terminado, que van a adelgazar, a perder su belleza, o incluso morir.

En realidad, todos los Iniciados preconizan el ayuno, porque saben que purifica el organismo y que la pureza es la base de la salud. Si comemos mucho, las células del estómago y de todos los órganos están habituadas a contar con su amo.

Cuando ayunamos, les enseñamos a las células a trabajar

Saben que éste las satisfará siempre y se vuelven perezosas. Están tranquilas, seguras de que nunca las faltará de nada, y cultivan la pasividad. Como hay gran abundancia de alimento, hay una parte del mismo que no puede ser absorbida y se estanca en los tejidos en donde empieza a fermentar, a pudrirse y así se declara la enfermedad.

El ser humano debe ayunar para enseñar a trabajar a sus células. Entonces, éstas se asustan y se dicen “Nuestro amo tiene una nueva idea en la cabeza, quiere matarnos». Deliberan, forman un consejo para saber cómo mejorar la situación.

Ya que su amo les da poca comida, toman la decisión de ahorrar más y de ser más sabias y más activas para poder desenvolverse. Y entonces deja de haber fermentación en el organismo. Si no ayunamos nos exponemos a grandes peligros para el futuro, porque las células se vuelven pasivas, perezosas y débiles.

(Continúa…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov
París, 28 de enero de 1939

Obras Completas Vol. 4, La semilla de mostaza
Cap. 6, «Las tres grandes tentaciones».