«Por todas partes vemos rosas, ofrecemos rosas, pero ¿qué nos aporta esto realmente? Una vez las hemos puesto en un jarrón, ya no les prestamos más atención; apenas somos sensibles a su perfume al pasar junto a ellas. Sin embargo, una rosa se vuelve más viva si la contemplan con una conciencia iluminada: se establece un contacto entre ellas y ustedes, sienten que una criatura magnífica habita esta flor y que se dirige a ustedes.

Algunos dirán que esto no es posible, que sólo lo leemos en los cuentos. Nunca podremos oír la voz de las flores. En realidad, hay diversas maneras de escuchar la voz de las flores. Si esto que os digo os parece sacado de un cuento, sabed que los cuentos, no sólo son hermosas historias inventadas para los niños por personas que tenían mucha imaginación. Lo que está dicho en los cuentos tiene una realidad muy profunda, y podrán finalmente comprenderla el día en que lleguen a abrirse para realizar intercambios con toda la naturaleza.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov