…”Los cielos y la tierra, los océanos y todos los elementos han hecho un juramento solemne al Todopoderoso, de ayudar a todos quienes trabajan para volverse creadores de belleza, armonía y esplendor.

Los seres humanos deben redescubrir sus lazos con la vida universal, de modo que sean capaces de trabajar en armonía con esa vida, y de entender su lenguaje en la canción de los árboles, flores y agua. «En el comienzo fue el Verbo», dijo San Juan. Música es la Palabra divina que creó todas las cosas. Toda la creación vibra y canta. Los hombres y mujeres son, ellos mismos, música.

Cuando ciertos chakras en una persona comienzan a abrirse, emiten un tipo especial de música, y esta música es escuchada como un grito de ayuda por las entidades luminosas a las que se les asigna este trabajo, quienes se apuran a llegar donde esta persona, para ayudar a que los chakras crezcan y fructifiquen.»

 

Omraam Mikhael Aivanhov
Los Frutos del Árbol de la Vida, Obras Completas, Vol. 32

Videlinata (Suiza), 3 de Diciembre de 1966