Los órganos de nuestro sexto, séptimo y octavo sentido –

Debido a que la mayoría de los seres humanos aún no están muy desarrollados, el tacto (en el que puede incluirse la sexualidad) y el gusto son, en principio, los dos sentidos que gobiernan el mundo. La vista, el oído y el olfato tienen menor importancia. Los perfumes, los sonidos y los colores dejan indiferentes a según qué personas, salvo cuando sus intereses están en juego. En los animales, el olfato, el oído y la vista están enormemente desarrollados, porque tienen necesidad de ellos para poder protegerse y buscar alimento.

El teclado de los sentidos

Les hablo, en realidad, de cosas que ya saben: es para llamarles la atención sobre conclusiones que ustedes posiblemente jamás se han hecho. Durante miles de años el ser humano se ha ejercitado en multiplicar y amplificar sus sensaciones y percepciones a través del uso de sus cinco sentidos, y a este juego sobre el teclado de los cinco sentidos, el hombre le llama cultura y civilización. Este es un concepto un tanto pobre: aunque a través de los cinco sentidos alcanzaran su punto más álgido, no rebasarían sus limitaciones: los sentidos pertenecen al plano físico y jamás explorarán más allá de este plano. La naturaleza ha previsto otras formas de interpretar en ese teclado…

La naturaleza ha planeado otras teclas para este teclado

Sí, un sexto, un séptimo, un octavo sentido que poseen otra intensidad, otra envergadura. Sin embargo, de momento, la humanidad se ha limitado a estos cinco sentidos y no quiere reconocer que hay otros campos que explorar, que ver, que tocar, que respirar. No es raro, pues, que no sea posible disfrutar de nuevas sensaciones, más amplias, más ricas, más sutiles.
¿Cómo se puede explicar el que, sin alimentar a estos cinco sentidos, algunos seres tengan percepciones que les lleven hasta el éxtasis: amplitud de conciencia, impresión de plenitud, grandeza, inmensidad? Hay que conseguir que los seres humanos comprendan que el impulso a acumular y ampliar sus sensaciones físicas les reportará grandes decepciones, debido a que estas sensaciones son limitadas. ¿Por qué? Porque cada órgano está especializado, cumple con una función determinada y no produce otras sensaciones que las que corresponden a su propia naturaleza. Para experimentar nuevas sensaciones hay que dirigirse a otros órganos, que también poseemos.

Omraam Mikhaël Aïvanhov

(Continúa…)

Centros y Cuerpos Sutiles, Izvor 219
Cap. 1: Evolución Humana y Desarrollo de los Centros Espirituales