Los libros de magia no nos hacen más equilibrados o sabios

Lo que sucede en la actualidad, este interés que existe por las obras de ocultismo y de magia, es más bien inquietante. Porque no proviene de la necesidad de una verdadera espiritualidad, sino del deseo de sumergirse en un terreno desconocido, misterioso, prohibido.

Por otra parte, los resultados son evidentes: estos libros no hacen a las personas más sensatas, más equilibradas, más puras, sino que, por el contrario, liberan en ellas fuerzas oscuras, confunden sus ideas, transformándolas en víctimas de entidades inferiores que sólo desean perjudicar a los seres humanos.

Durante siglos la Iglesia ha combatido, sin razón, la tradición iniciática. Pero lo que está sucediendo ahora — las ciencias ocultas puestas al alcance de gentes débiles, viciosas, mal intencionadas — tampoco es deseable.

La magia y la Ciencia Iniciática se mantuvieron en secreto por buenas razones

Si los Iniciados del pasado dieron como precepto: «callarse», es porque sabían que los secretos de la Ciencia iniciática podían llegar a ser armas muy peligrosas en manos de seres que no estaban preparados para recibirlos. Porque la naturaleza humana está hecha de tal manera que, por más que le revelen las verdades más sublimes, más divinas, intentará utilizarlas para satisfacer sus intereses personales y egoístas. Así también todo lo que los Iniciados dan a los humanos para su bien, para su salud, éstos lo tergiversan y lo utilizan para su ruina y la de los demás.

Hay magias y magias. La verdadera magia, la magia divina, consiste en saber utilizarlo todo, absolutamente todo, para servir al Reino de Dios. Por el contrario, cualquier práctica que pone las adquisiciones más elevadas del espíritu humano al servicio de la naturaleza inferior, es brujería.

La verdadera grandeza y el verdadero poder de una persona, consiste en no utilizar nunca los poderes que posee en beneficio de sus intereses personales. Por esto pido a todos los hermanos y hermanas de nuestra Fraternidad que nunca recurran a prácticas mágicas para conseguir el amor, la gloria, el dinero, o para deshacerse de un enemigo, porque eso es pura magia negra.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Izvor 226, El Libro de la Magia Divina
Cap. 1, El retorno de las prácticas mágicas y su peligro.