En circunstancias como las actuales, el Maestro animaba a sus discípulos a decir oraciones como esta, solos o acompañados.

Que los ángeles les cuiden mucho. Cuídense mucho.

Equipo de Viaje con Omraam

Salmo 91: Pidiendo protección divina

1 El que habita bajo la sombra del Altísimo
reposa al amparo del Todo-Poderoso.
2 Yo digo al Eterno: ¡Eres mi refugio y mi fortaleza,
mi Dios, en quien confío!
3 Porque es Él quien te libra de la red del cazador,
de la peste y de sus estragos.
4 El te cubrirá con sus plumas, 
y hallarás refugio bajo sus alas;
Su fidelidad es escudo y coraza.
5 Tú no temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que avanza en las tinieblas,
ni el azote que devasta a mediodía.

7 Aunque caigan a tu lado mil,
y diez mil a tu derecha,
tú no serás atacado;
8 basta con que mires con tus ojos,
y verás el pago que reciben los malvados.

9 Porque Tú eres mi refugio, ¡oh Eterno!
tú haces del Altísimo tu descanso.
10 Ningún mal te alcanzará,
ninguna plaga se aproximará a tu tienda
11 porque él ordenará a sus ángeles
que te guarden en todo tu camino.
12 Ellos te llevarán sobre sus manos,
por miedo a que tu pie tropiece contra una piedra.
13 Andarás sobre el león y la víbora,
hollarás al leoncillo y al dragón.

14 Puesto que él me ama, yo he de librarle;
yo le protegeré pues conoce mi nombre.
15 El me invocará, y yo le responderé;
estaré a su lado en la desgracia,
le libraré y le glorificaré.
16 Lo saciaré de largos días,
y le haré ver mi salvación.

Obras Completas, Volumen 13. La Nueva Tierra: Métodos, Ejercicios, Fórmulas y Oraciones
Capítulo 1. Oraciones