«Este cuadro contiene los principales elementos de nuestra vida física y psíquica, que usualmente se muestran separados y desconectados. Estas nociones, por supuesto, se pueden desarrollar y elaborar casi infinitamente. El cuadro no contiene todo, por supuesto; hay cierto número de nociones que no encontrarán en él, pero pueden, al menos, ver los distintos niveles de conciencia que se corresponden: El inconsciente, el subconsciente, la conciencia, autoconciencia y la superconciencia.» 

«El Intelecto – Luz, Conocimiento

¿Y el intelecto? Necesita ser instruido, busca la luz, el conocimiento. Su alimento es el pensamiento. El «dinero» que le permite «comprar» los mejores pensamientos es la sabiduría. Y la actividad que permite obtener la sabiduría es la meditación. Unicamente la sabiduría puede alimentar vuestro intelecto con los mejores pensamientos, permitiéndole así obtener la luz que busca.

El Alma – Espacio, Inmensidad

El ideal del alma es el espacio, la inmensidad. El alma humana es una pequeñísima parte del Alma universal y se siente tan limitada y comprimida en el interior del hombre que su único deseo es crecer, expandirse a través del espacio. Para alcanzar este ideal tiene, asimismo, necesidad de ser reforzada.

El alimento para ello son todas las cualidades de la conciencia superior; la impersonalidad, la abnegación, el sacrificio. El «dinero» gracias al cual se «compra» este alimento es el éxtasis, la fusión con el mundo divino. El trabajo que permite obtener esta fusión es la oración, la contemplación. Sí, realmente, la actividad propia del alma es la contemplación.

El Espíritu – Eternidad

El ideal del espíritu es la eternidad, porque el espíritu, cuya esencia es inmortal, trasciende al tiempo. Pero para obtener la eternidad, el espíritu necesita alimentarse, y este alimento es la libertad. Así como el alma necesita expandirse, el espíritu, en cambio, tiene necesidad de cortar todos los lazos que le retienen encadenado. La verdad es el dinero con el que el espíritu compra la libertad.

Cada una de las verdades que llegan a descubrir sobre cualquier tema os da la posibilidad de liberaros. Jesús decía: «Conozcan la verdad y la verdad les hará libres». Sí, la verdad libera. La actividad que permite alcanzar la verdad es la identificación con el Creador.

Quien se identifica con el Creador llega a ser uno con El, posee la verdad, ¡y se libera! Cuando Jesús decía: «Mi Padre y yo somos uno», resumía este proceso de identificación

Omraam Mikhaël Aïvanhov

Lean más en el libro Izvor 222, La Vida Psíquica: Elementos y estructuras
Capítulo 2, El Cuadro Sinóptico