«Nuestra Identidad», «La Naturaleza Superior e Inferior». Este es el tema de la Sinósfera, que estaremos explorando durante este mes. El Maestro explica esto en términos de los distintos niveles de conciencia, y respecto a nuestros diferentes «cuerpos«.

««Como es abajo es arriba, y como es arriba es abajo», dijo Hermes Trismegisto. Existen en el ser humano unos principios sutiles con sus necesidades y actividades propias, lo cual es fácilmente comprensible si tomamos como punto de partida las necesidades y las actividades del cuerpo físico.

Esto es lo que voy a tratar de enseñarles gracias a este cuadro sinóptico, en el que he querido reunir los principales elementos de nuestra vida física y psíquica, que usualmente se muestran separados y desconectados. Estas nociones, por supuesto, se pueden desarrollar y elaborar casi infinitamente. El cuadro no contiene todo, por supuesto; hay cierto número de nociones que no encontrarán en él, pero pueden, al menos, ver los distintos niveles de conciencia que se corresponden: El inconsciente, el subconsciente, la conciencia, autoconciencia y la superconciencia.

Partiendo desde abajo…

El Cuerpo Físico – La Salud – El Inconsciente

Empecemos, pues, por el cuerpo físico. ¿De qué tiene necesidad? De salud. Para tener salud necesita alimentarse, debemos comer. Para conseguir este alimento, nos hace falta dinero. Y para tener dinero, hay que trabajar. Vean que es sencillo.

Pues bien, puesto que lo que hay abajo, en el mundo físico, es como lo que hay arriba, en el mundo espiritual, hay que saber que volvemos a encontrar los mismos procesos en los planos sutiles para los demás principios de los que está constituido el hombre: la voluntad, el corazón, el intelecto, el alma y el espíritu.

Cada uno de estos principios tiende hacia una meta: para alcanzar esta meta, necesita ser alimentado ; para tener este alimento, hace falta dinero; y el dinero sólo se gana trabajando.

La Voluntad – Movimiento y Poder – El Subconsciente

Consideremos la voluntad: tiene como meta el movimiento, es decir, el poder. Necesita actuar sobre las cosas, los seres y las situaciones, para modelarlas y transformarlas. Pero no puede ser activa si no se alimenta, y su alimento es la fuerza: alimentada por la fuerza, la voluntad puede manifestarse.

Ahora bien, para comprar esta fuerza necesita dinero, y este dinero es el gesto: tenemos que salir de la inmovilidad y de la inercia para desencadenar estas energías. Acostumbrándose a actuar, a moverse, la voluntad «compra» la fuerza y se vuelve poderosa. Todos los esfuerzos físicos que puedan hacer, fortalecen vuestra voluntad.

El Corazón – Alegría, Calor, Felicidad – La Conciencia

A continuación consideremos el corazón ¿De qué tiene necesidad el corazón? Necesita sentirse colmado, busca el calor, el gozo, la felicidad. Su alimento es el sentimiento, y la moneda que sirve para pagarle es el amor. Cuando aman, este amor es el «dinero» que les permite «comprar», es decir, adquirir y sentir todo tipo de sentimientos, de sensaciones, de emociones.

Si pierden vuestro amor, pierden la felicidad y viven en el frío ¿Cómo conservar esta riqueza del amor? Cultivando cada día la armonía con las criaturas y con todo el universo.

¿Y el intelecto, la mente, qué busca?»

(Concluirá…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov

Lean más en el libro Izvor 222, La Vida Psíquica: Elementos y estructuras
Capítulo 2, El Cuadro Sinóptico