El Maestro Peter Deunov

¡Cuántas personas quisieran que se les revelase el mundo divino, sentirse inspiradas, vivir en éxtasis! Pero se imaginan que es extremadamente difícil conseguirlo. En realidad es muy sencillo, tan sencillo que si se les dice cómo puede conseguirse, no lo creerán : con lo cual no harán nada para lograrlo y no conocerán jamás el esplendor del mundo divino.

Hace años, cuando era todavía un discípulo muy joven del Maestro Peter Deunov, le hice esta pregunta : ¿ Cuál es el medio más eficaz de unirse a Dios y desarrollar las facultades y las virtudes espirituales ? Me respondió: « Hay que pensar en la luz, concentrarse en ella, imaginar que todo el universo está sumergido en la luz

Durante mucho tiempo, he trabajado con esta imagen de la luz, y he aprendido mucho. En reahdad Dios no es luz, es mucho más; no podemos conocerle, ni siquiera imaginarle. Por otra parte, si en el Génesis se dice que el primer día creó la luz, ello significa que El no es la luz, pero que creó el universo con la luz.

Ahora que saben más sobre el trabajo con la luz, asegúrense de dedicar más y más tiempo a ello. Es la única actividad que realmente les puede hacer ricos y sanos. Créanme, cualquier otra actividad, incluso aquella que les entregue algunas ventajas materiales, les quita muchos otras cosas, que son mucho más preciosas.

Mi papel consiste en darles normas que os permitan transformar vuestra vida, es decir, acceder a una nueva vida. Continuaré, pues, presentándoles las grandes leyes que pueden ayudar a los seres humanos a sentar la cabeza para volver a encontrar el camino hacia su patria celestial.

prism

Estas siete luces son los siete colores, y a cada uno de ellos corresponde una virtud: al violeta el sacrificio, al índigo la fuerza, al azul la verdad, al verde la esperanza, al amarillo la sabiduría, al naranja la santidad, y al rojo el amor. Pero debemos saber que cada falta cometida por el hombre disminuye el poder correspondiente a uno de estos siete colores.

Resulta prácticamente inútil trabajar con la luz y los colores para obtener poderes espirituales, si no los sustentamos en nosotros con las virtudes correspondientes.

Quienes se imaginan que van a convertirse en grandes magos dedicándose únicamente a tal o cual práctica sin mejorar su vida interior, se equivocan. Los seres superiores no ceden ante estas tentativas, y sólo se acercan los seres de los niveles más bajos, los elementales y los monstruos. Si quieren atraer a los ángeles y a los arcángeles, tan sólo lo conseguirán gracias a vuestras virtudes, porque las entidades superiores sólo responden a los que saben manifestar la verdadera luz, es decir, la pureza, el amor, la sabiduría, la verdad.

 

Omraam Mikhaël Aïvanhov,
Izvor 212, La luz, espíritu vivo