Créanme, no hay felicidad mayor que la que el Sol está sintiendo y viviendo. Sin preocuparse de saber si los hombres se aprovechan o no, continúa. Nunca se ha visto esto entre los humanos. En cuanto ven que no les aprecian, la mayoría se paran. El amor de los humanos es asi: esperan que les agradezcan, que les hagan regalos. El Sol, en cambio, no espera nada.

La mayoría, claro, encontrará insensata esta forma de hablar del Sol. Para ellos el Sol no piensa, no siente. Y, sin embargo, el Sol es el ser más extraordinario que existe en nuestro sistema solar, y piensa, siente, actúa, vive. Lo mismo que la Tierra; la gente no sabe que ésta es un ser inteligente que tiene millones de obreros que trabajan.

Los niños aciertan al hablar a las piedras, árboles y flores – todos están vivos

Para la ciencia oficial todo está muerto, todo es estúpido, salvo el ser humano. El humano, sí, el humano, este pigmeo, ¡es el único que piensa! Por eso, cuando les hablo del Sol y hago comparaciones entre él y los humanos, me miran pensando: «¡Pobre!, ¡vuelve a la infancia!», porque los niños lo ven todo con vida, las piedras, los árboles, las flores, y hablan con ellos, todo está vivo para ellos.

Pues bien, están en lo cierto, Sólo los niños están en lo cierto, porque ver la vida en todo. Más tarde, les dicen que la naturaleza está muerta y así se van muriendo ellos mismos; hasta que, se acabo, la muerte se instala.

Les diré, pues, ahora una cosa esencial: si quieren estar vivos, vivifiquen todo a su alrededor, los cristales, los árboles, las montañas, el Cielo, el Sol, piensen que todo está vivo, que todo es inteligente, incluso mucho más que nosotros. Entonces, al menos, progresarán.

Veo al sol como un ser viviente: es mi maestro

Ésta es nuestra psicología. Mientras que los humanos se imaginen que ellos son las únicas criaturas pensantes y que todo lo demás no piensa, no comprende, no es sensible, no podrán hacer ningún progreso. El Sol es el ser más inteligente.

Y si se extrañan por lo que les digo sobre él, es porque lo han considerado siempre como un cuerpo muerto. Mientras que yo lo considero como un ser vivo, que me instruye, sí, que me instruye. Ésta es la verdad, y un día el mundo entero llegará a conocerla.

(Concluirá…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, vol. 18, Jnani Yoga II