El plano astral es un mundo de sufrimiento y alegría

En el límite del plano astral inferior y del plano astral supe‏rior, se encuentra una zona intermedia habitada por seres que están perfeccionándose, cortando los vínculos con las regiones inferiores; pero aún son susceptibles de ser atormentados por las malas influencias del plano astral inferior y del plano físico.

El cuerpo astral es pues a la vez el mundo del sufrimiento y de la alegría; de la alegría cuando el ser humano ha conseguido depu‏rar y afinar sus deseos, y del sufrimiento cuando vive demasia‏do abajo, sumergido en las codicias y las pasiones.

Estamos primero en el plano astral, donde somos muy vulnerables

En el momento de la muerte, el ser humano se desprende de su cuerpo físico, pero esto no basta para que sea también liberado. Podemos decir incluso que está aún más expuesto a los tor‏mentos que cuando vivía en la tierra.

En efecto, durante la vida en la tierra, nuestro cuerpo físico es un caparazón, una coraza que nos impide sentir la realidad del mundo psíquico, pero cuando nos liberamos del cuerpo físico por la muerte y nos en‏contramos en el astral sin defensa, corremos entonces el riesgo de sufrir mucho y ser muy desgraciados.

¿Qué es el infierno?

El Infierno no es más que un estado de conciencia vivido intensamente en el plano astral. Sólo cuando nos hemos purifi‏cado por medio del sufrimiento, podemos finalmente salimos de él. Todos aquellos que se han sumido totalmente en una vida de excesos, de injusticias, de maldades, de crueldades y que han conseguido escapar a la justicia humana, se encuentran cuando mueren, confrontados en el plano astral, con todo el mal que han hecho.

No pueden ya descubrir refugio alguno en ninguna parte porque ya no poseen el cuerpo físico que les pro‏tege, les insensibiliza; experimentan exactamente los sufrimientos que hicieron padecer a otros seres cuando estaban en la tierra.

Tras una pesadilla, escapamos hacia la protección de nuestro cuerpo físico

Sin duda habrán tenido alguna vez pesadillas, y habrán no‏tado que, a menudo, esas pesadillas se interrumpían de pronto porque se despertaban sobresaltados, alegrándose de estar bien protegidos en su cuerpo físico, diciéndose; «¡Afortunadamente, no es más que un sueño!»

¿Por qué ese despertar sobresaltado? Porque, subconscientemente, saben que, para defenderse de los seres o de las fuerzas hostiles del plano astral, deben entrar de nuevo en su cuerpo físico que es como una fortaleza en donde se pueden refugiar.

Si se quedan en el plano astral, continúan estando a merced de los enemigos. Pero dejan ese plano, vuelven a entrar en su cuerpo físico que es espeso, sólido, y se escapan. Es exacta‏mente como si, siendo perseguido en la calle, encontraran re‏fugio en una casa: ahí, ni los cuchillos, ni las balas pueden al‏canzarles.

(Continúa…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, vol. 32, Los Frutos del Arbol de la Vida: La Tradición Cabalística
Cap. 14, La muerte y la vida en el más allá.