La luz viaja a través del espacio a aproximadamente 300 mil kilómetros por segundo; esto quiere decir que se mueve más rápido que cualquier otra cosa que conozcamos en todo el mundo físico. Nada puede igualar la velocidad de la luz, y esto es lo que le da una tremenda superioridad sobre todo lo demás. Sí, porque la velocidad es un criterio de perfección, que no está confinado únicamente a asuntos técnicos. La luz es libre, desinteresada, totalmente sin pensamientos o deseos egoístas, ¡es por ello que se puede mover tan rápido: siempre llega primera!

light angel

Si les interesa explorar el corazón humano, todo el universo, toda la riqueza del Alma Universal, deben saber que pueden hacerlo sólo bajo la condición de ser capaces de actuar con la velocidad y la intensidad de la luz. Desde el reino mineral al humano y más allá, a través de todas las jerarquías angélicas hasta el trono de Dios, la vida se manifiesta con creciente intensidad y sutileza. Uno podría decir que el grado de evolución de un ser, puede ser juzgado por la intensidad de su vida.

Deben aprender a reconocer la intensidad de sus emociones, a discernir qué ocurre al interior de ustedes mismos y, particularmente respecto a sus meditaaciones, reconocer si su nivel de conciencia se ha incrementado en sutileza e intensidad, en otras palabras, en espiritualidad, o bien al contrario, si ha resbalado hacia un ritmo más lento. Esta es otra de las grandes cualidades que deben desarrollar: vuestro discernimiento. Deben estar en posición de saber, día a día, mes a mes y año a año, si han hecho progreso, o ya sea que hayan alcanzado un nivel más elevado en comparación con el día o el mes o el año anterior.

Es cuando vivan con intensidad cada día, que harán todo tipo de nuevos descubrimientos sobre su vida interior, pues esa intensidad revela constantemente algo nuevo.

Omraam Mikhaël Aïvanhov,
Izvor 212, La Luz, Espíritu Vivo
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