– La importancia del último momento
La mañana está unida a la noche que le precede; la noche está unida a la mañana que le sigue. Cada uno de estos momentos se deben preparar con antelación. Es muy importante que por la noche, al acostarse, no se vayan de cualquier manera al otro mundo, porque deben presentarse delante de seres muy elevados, muy luminosos. Se deben por lo tanto purificar, limpiar y preparar para este viaje.
Cómo hay que lavarse
Antes de acostarse, deben lavarse, pero no la cara, porque entonces se desprenden de todos los buenos fluidos que les protegen y quedarían desmagnetizados. Si han hecho trabajos muy sucios, pasen sobre sus caras un guante de aseo mojado, pero no se laven con mucha agua. Lávense el cuerpo, las manos, los pies, pero no la cara.
En cuanto a los pies, es también aconsejable que se los laven todas las noches con agua muy caliente, lo más caliente que podáis soportar, porque un baño de pies tiene una buena influencia sobre el plexo solar. No es necesario que mantengan mucho tiempo los pies en el agua, pero háganlo conscientemente, e incluso háblenles mientras los lavan. Pueden decirles: «Mis queridos pies, nunca me habia dado cuenta de que soportan todo el peso de mi cuerpo y me conducen por todos aquellos lugares donde yo quiero ir. Ahora comprendo todos los servicios que me hacen, ya partir de ahora les estaré más agradecido por vuestra humildad y vuestra paciencia.»
Preparándose para dormir
La importancia del último momento
Un discípulo da mucha importancia a la forma de dormirse, porque es la noche la que determina el dia siguiente. Asi pues, antes de acostarse, se une al mundo invisible, y deja de lado todo lo que le ha turbado durante el dia: los problemas, las inquietudes, las desgracias… piensa en los errores que ha podido cometer a fin de reparados durante la noche y se abandona al fin al Ángel de la muerte – es el nombre que la Cábala da al Ángel del sueño – porque cada noche morimos para resucitar a la mañana siguiente.
Dormirse, dejar el cuerpo físico para ir al otro mundo, es un ejercicio que practicamos cotidianamente a fin de estar preparados para el día en que debamos partir verdaderamente al otro lado. Quien no sabe cómo dormirse, tampoco sabrá morir. No existe ninguna diferencia entre dormirse y morir, salvo que, cuando morimos, dejamos definitivamente la casa en que vivimos. Durante el sueño la dejamos, pero subsiste una unión que nos retiene a esta casa.
Supongan que hoy se hayan sentido con buen ánimo y hayan sido felices. Pero, sin embargo, en el momento de acostarse, sin saber por qué, comienzan a tener pensamientos de tristeza, de desaliento. A la mañana siguiente, al despertar, se extrañan al constatar que todo lo bueno que habían vivido la víspera ha desaparecido completamente, e incluso, en su lugar, queda una impresión desagradable. Pueden entonces constatar que el último momento de la jornada ha sido más importante, más significativo que toda la jornada. Supongan, sin embargo, que han vivido una jornada un poco desagradable, pero que antes de abandonarse al sueño, consiguen, por medio de oraciones y buenos pensamientos, dormirse apaciblemente.
Esos últimos momentos son los que limpian todo en ustedes, los que les purifican de manera tal que a la mañana siguiente se despiertan con buenas intenciones y con buenos proyectos.
Existen en el ser humano unos obreros que utilizan todo lo que aquél ha pensado en la frontera que hay entre la vigilia y el sueño, porque los pensamientos accionan fuerzas. Por lo tanto, desconfíen, no se duerman con malos pensamientos, porque éstos destruirán todo lo que hayan adquirido de bueno durante el día. Mientras que si se duermen con buenos pensamientos, éstos lo mejorarán todo en ustedes, y al dia siguiente se sorprenderán de ver en qué estado de paz y de luz se despiertan.
Evidentemente, no deben pensar que pueden vivir de cualquier manera durante el dia sólo porque recen antes de dormir, o que en el momento de morir borrarán todas las malas acciones de sus vidas. No, porque actuando así tendrán siempre todos los diablos con ustedes. Pero, a pesar de todo, es muy importante que antes de dormir consigan calmarse, equilibrarse, purificarse…
Ejercicios y oraciones
El Maestro Peter Deunov ha indicado una fórmula para recitar en el momento de acostarse; la recitamos apoyando la palma de la mano derecha sobre el plexo solar, y el dorso de la mano izquierda situada en la espalda, igualmente al nivel del plexo solar. Esta fórmula es la siguiente:
Dios es en mi luz,
Los ángeles son el calor,
Los hombres son la bondad.
(3 veces)
Dios es en mi luz,
Mi espíritu es el calor,
Yo soy la bondad.
(3 veces)
También pueden decir:
Dios mio, permíteme ir esta noche a Tu escuela de amor, de sabiduría y de verdad,
a fin de que pueda aprender a servir mejor Tu causa,
para que Tu Reino y Tu Justicia desciendan sobre la tierra.
Quédense algunos minutos en meditación, tracen con la mano derecha un pentagrama en el aire y
después se acuestan.
El significado del sueño para el discípulo
El verdadero discípulo deja su cuerpo y va a reunirse con su Maestro, junto al cual continúa
instruyéndose. Lee los libros más secretos en las bibliotecas del universo y asiste a ceremonias grandiosas de las que a veces guarda el recuerdo, aunque el cerebro humano no está preparado para recordar tales cosas. Ese recuerdo deja en su corazón una sensación tan sumamente dulce y tan llena de tranquilidad que, al despertarse, se pregunta: ¿«Dónde he estado esta noche? Lo que he visto, ¡Era tan sumamente bello!… ». El dormir se convierte en un acto sagrado cuando nos acostamos con la intención de ir a estudiar al otro mundo, porque es alli donde recibimos la verdadera iniciación.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, Vol. 13, La Nueva Tierra: Métodos, Ejercicios, Fórmulas y Oraciones.
Este libro describe muchas más prácticas, incluyendo respiración, nutrición, ejercicios, meditación, y trabajo con el aura y los chakras.
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