El símbolo de Mercurio, nos muestra la profundidad de la Ciencia Iniciática que lo concibió. Una de sus numerosas variantes la vamos a encontrar en el caduceo de Hermes, que luego se convertiría en emblema de los médicos y farmacéuticos.

Actualmente, este símbolo ha sido introducido en la ciencia oficial bajo la forma del láser.

Encontrando el Láser en nuestro interior

Un cristal de rubí se encuentra rodeado por el tubo de un flash en espiral, el cual puede aportar la energía necesaria para producir el «efecto láser». Al ponerse a funcionar, un rayo de luz roja muy intensa va a salir por el extremo semiplateado.

Esta radiación luminosa que se desprende, equivale aquí al Mercurio, que nace a partir del trabajo común de los dos principios. Pero lo que mas nos interesa ahora, es centrarnos en el propio láser, ya que es aquí donde podremos hallar algo verdaderamente prodigioso.

Lo que se descubre en el plano físico debe existir primero en el plano espiritual

En realidad, desde la antigüedad más remota, los Iniciados han venido realizando por sí solos todos los descubrimientos que hoy por hoy son materia de la ciencia oficial: la radio, el teléfono, la televisión… Los científicos no son otra cosa que obreros destinados a materializar en el plano físico las leyes que ya existen en el mundo espiritual.

Todo debe ser realizado en la materia. Por ello, los científicos son los antiguos Iniciados, los alquimistas, los magos y cabalistas, que ahora vienen de nuevo para dar forma en lo material a todo aquello que ya era conocido y experimentado por ellos en el plano espiritual.

Si estos descubrimientos no hubieran existido ya antes, en otros planos, no habría manera alguna de llevarlos ahora a una realidad física. «Lo que está arriba es como lo que está abajo«, significa que todo lo que se hace aquí abajo es como lo que está hecho en lo alto, y todo lo que existe arriba, en el plano psíquico deberá concretarse abajo, en el plano físico material.

Tomando control de la «Fuerza de todas las Fuerzas», que es el amor

Al diseñar el símbolo de Mercurio, los Iniciados han querido trasmitir a las futuras generaciones la forma de trabajar con la energía sexual, usando la voluntad y la imaginación para obtener los poderes mágicos, ya que la verdadera fuerza «más fuerte que todas las otras fuerzas», a la que se refiere Hermes Trismegistos, es el amor.

(Continúa…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov,
Sèvres, Diciembre 27, 1970.

Obras Completas, vol. 14. «Amor y Sexualidad, Parte 1″.
Cap. 2, El Caduceo de Hermes.