Existe, sin embargo, un medio de escapar a la influencia de los antiguos estereotipos o clichés. El método es sencillo; hay que preparar nuevos clichés, teniendo otra actitud, habituándose a tener pensamientos y sentimientos diferentes, a hacer otros gestos. Así empiezan una nueva grabación, que tomará el lugar de la antigua.

Pongan nuevos rieles a su tren

Tomemos el ejemplo de un tren: hagan lo que hagan seguirá circulando en los rieles sobre los que está colocado y si quieren que vaya en otra dirección, tienen que ponerle otros rieles. Pues bien, los clichés son los rieles y el discípulo debe saber trazar en sí mismo otros rieles.

Es decir, poner otro ideal, otras tendencias, otros intereses. Si no se sabe cómo hacerlo, por mucho que uno diga: «Quiero cambiar, quiero mejorarme. La próxima vez las cosas irán mejor…», como no se ha hecho nada para mejorar, la próxima vez será como la precedente y el tren continuará pasando siempre por el mismo sitio.

Es un viaje personal

La mejor forma es no decir nada a nadie, y calladamente cambien la dirección de sus rieles, es decir, pongan un nuevo cliché y el tren tomará una nueva dirección.

Pero ahora, es preciso que sepan que poner un nuevo cliché, no quiere decir que el primer cliché se haya borrado; no, no se borra, permanece en los archivos, es decir, en el subconsciente, enterrado bajo otras capas. Pero para que permanezca enterrado deben tener una vigilancia extraordinaria; en cuanto abandonen su vigilancia, el antiguo cliché se va a manifestar.

Todo está grabado

Deben saber que nada se borra, que nada desaparece, porque la Inteligencia cósmica, que está enormemente interesada en archivarlo todo, se ha preocupado de conservar toda la historia del mundo, todo el pasado desde hace miles de millones de años. ¿Por qué solamente los humanos conservarían archivos? La naturaleza también los conserva, porque si no, sería obstaculizada en su trabajo.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Izvor 221, El Trabajo Alquímico o la Búsqueda de la Perfección
Capítulo 6, Los clichés