San Juan con Melquisedec en la cueva de Patmos

Jesús vino a encarnarse, por lo tanto tiene un padre y una madre. Pero durante esos dieciocho años, (desde los 12 a los 30 años) en los que los Evangelios no mencionan nada de su vida, fue al Reino de Melquisedec, el Rey de Justicia y de Paz, donde en compañía de los grandes Iniciados hizo un trabajo formidable sobre toda la tierra.

La Escuela de Melquisedec

Hacia la edad de 30 años volvió a Palestina para consumar su misión, pero también unió a sus discípulos al reino de Melquisedec, mencionado por todas las religiones, y situado en un lugar inaccesible llamado «la tierra de los vivientes», o «la tierra de los inmortales…» Este reino es el reino de Melquisedec, pero sólo lo conocen algunos Iniciados que comunican con él.

Ningún Iniciado puede alcanzar la cumbre sin pasar por la escuela de Melquisedec. Él es quien permite a las criaturas alcanzar el sefirot Kether, porque posee el conocimiento de todas las jerarquías angélicas, se desplaza en medio de ellas, y tiene bajo sus órdenes a millones de ángeles que le sirven. Vigila la evolución de la humanidad, para que se oriente según los planes del Señor. Cuando los humanos se desvían del camino que se les ha trazado, interviene para remediarlo.

Jesús presenta San Juan a Melquisedec

Y tiene todos los poderes puesto que los cuatro elementos: la tierra el agua, el aire y el fuego, están a su servicio. Este es el personaje que san Juan vio y que ha descrito al principio del Apocalipsis con una espada en la boca y sosteniendo las siete estrellas en su mano. Contactó con él porque Jesús le había puesto en relación con él. La religión oficial no menciona estos detalles, pero están inscritos en los archivos de la Ciencia iniciática y aquel que tenga posibilidades de ir a investigar puede conocerlos.

Melquisedec es llamado de formas distintas a través de las épocas

Así pues este personaje que san Juan vio y que dijo: «Yo soy el Alfa y el Omega… el principio y el fin», es Melquisedec. Cambia de nombre según los ciclos porque su nombre es mágico. Y éste es el primer sello abierto del Apocalipsis.

Es muy importante que sepan quién era este personaje, porque san Juan fue a su reino de Salem donde fue llamado para poder escribir el Apocalipsis. Le mostraron las profundidades de la tierra y de los mares, se le mostró cómo trabajan los espíritus en la naturaleza a través de los cuatro elementos, contempló las jerarquías angélicas, y por lo tanto fue bajo la orden de Melquisedec que escribió este Apocalipsis que debe ser descifrado al final de los tiempos.

(Continúa…)

Omraam Mikhaël Aïvanhov
Obras Completas, vol. 26. Acuario: Llegada de la Edad de Oro.
Cap. 6, La Nueva Jerusalén.