– Se necesita que ocurra una revolución en las mentes de las personas
Mucha gente hoy en día dice que está trabajando por la paz mundial, cuando de hecho, no hacen nada por establecer la paz verdadera. ¡Es sólo palabrería! Crean todo tipo de organizaciones para trabajar por la paz, pero en lo que están realmente interesados, es en que sus nombres aparezcan en los periódicos, que les inviten a recepciones y reciban honores: La vida que llevan no hace nada para que haya mayor paz.
Escriben artículos y libros y llaman a congresos para discutir la paz, y al mismo tiempo continúan alimentando las semillas de la guerra en su interior, porque siempre están en conflicto con una cosa o la otra. ¿Qué tipo de paz pueden traer al mundo en esas condiciones? La paz debe reinar primero en nuestro ser interno, en nuestros actos, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Sólo cuando sea así, estaremos en posición de trabajar efectivamente por la paz en el mundo.
Nunca se les ha ocurrido que deben partir por conseguir que todas las células de sus cuerpos, todas las partículas de sus seres físicos y psíquicos, vivan y cooperen juntos, de acuerdo con las leyes de la paz y la armonía, de modo que la paz por la que dicen estar trabajando, emane de ellos mismos.
Un paradigma alternativo, el concepto de fraternidad
A medida que los seres humanos descubren más sobre la Ciencia Iniciática, gradualmente comenzarán a entender, que interiormente, son todos iguales: Todos aspiran a la alegría, la felicidad y la libertad, al conocimiento y la luz, y todos experimentan el sufrimiento de la misma manera. Cuando empiecen a entender esto, comenzarán a darse cuenta que sólo en el exterior son diferentes, que sólo utilizan máscaras distintas. Son como los miembros de una compañía de teatro: Pelean y se matan los unos a los otros en el escenario, pero en la vida real son grandes amigos. Los seres humanos son todos actores en una comedia – o tragedia – pero en la vida real son hermanos y hermanas.
Si los países en guerra, se volvieran repentinamente conscientes de que todos perteneces a una sola patria celestial, dejarían de atacarse entre sí. Pero esta conciencia aún no se ha hecho sentir. Los seres humanos viven en un nivel demasiado bajo, en el nivel del interés por sí mismos, la lujuria y la codicia. Aún no se dan cuenta que son todos los hijos e hijas del mismo Padre y Madre, el Padre Celestial y la Madre Divina; cuando sean conscientes de esto, se comportarán de manera distinta.
En conclusión, la paz genuina y la armonía en el mundo, nunca podrá ser obtenida con cambiar las cosas externamente. Es la mentalidad de los seres humanos la que necesita ser cambiada, la revolución debe tener lugar en las mentes de los seres humanos. Y esto es lo que puedo hacer que ocurra: si tengo suficientes trabajadores conmigo, aquellos que utilicen su poder en mala forma, serán forzados a desaparecer, y el cielo les reemplazará con verdaderos siervos de la luz.
Intenten entenderme, pues, y hagan todo en su poder para difundir esta Enseñanza, de manera que todo el mundo se beneficie de ella. De seguro, gran cantidad de personas hoy están trabajando para el bienestar y felicidad de la humanidad, y por la paz mundial, pero debido a que su entendimiento de estas cosas es demasiado materialista, su trabajo es inútil en gran forma.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Estos temas son cubiertos de manera extensa en los siguientes libros:
Izvor 208, El Egregor de la Paloma o el Reino de la Paz
Complete Works Vol.25, Acuario: Comienzo de la Edad de Oro
Extracto de la conferencia del 11 Agosto de 1984, Trabajando hacia la universalidad y la fraternidad
Cuando los seres humanos tengan éxito en dominar las tendencias de su naturaleza inferior, las que han heredado del reino animal (egoísmo, miedo, agresión) y comiencen a nutris a su naturaleza superior, que aspira a la armonía, la unidad y la fraternidad, entonces la paz y la felicidad reinarán en la tierra. ¡Sí, una familia universal es posible! (Video provisionalmente en inglés)
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